A 40 AÑOS DEL GOLPE MILITAR: LOS PADECIMIENTOS DE LOS
FUNCIONARIOS DE GENDARMERÍA DE CHILE EN LOS 17 AÑOS DE DICTADURA.
Escrito por Boris Henríquez
Monsálvez
“…El golpe
militar no nos es ajeno. Aunque algunos crean que no debiera importarnos, lo
cierto es que los 17 años de Dictadura Militar, también cambio la vida a los
gendarmes, y no fue para mejor. Prácticamente todos los derechos y beneficios
conseguidos hasta ese entonces fueron conculcados y eliminados por la Dictadura, y no ha sido
fácil recuperarlos…”
Al cumplirse 40 años del golpe
militar, que posibilitó la llegada a la historia de nuestro país de una de las
dictaduras más despiadadas que se tenga memoria, nuestra institución,
Gendarmería de Chile, el Servicio Penitenciario de nuestro país, no estuvo
ajeno a las atrocidades que significaron 17 años de dictadura y atropellos a
los Derechos Humanos de los chilenos y de los funcionarios penitenciarios.
El Golpe Militar del 11 de septiembre
de 1973 y los años que lo siguieron, no
solo causó la marginación de los trabajadores, sino que también la tortura, el
asesinato, ejecución y desaparecimiento hasta hoy en día de miles de nuestros compatriotas. Desde el
punto de vista de nuestra institución causó la debacle estructural, el total
abandono de la institución por parte del Estado y la deshumanización de sus
funcionarios como del Servicio Penitenciario Chileno, en general.
En efecto, producido el golpe militar,
una de las primeras medidas respecto del Servicio, fue la detención, tortura y ejecución
del Director Nacional de Gendarmería, LITTRE
QUIROGA CARVAJAL,
quien era la máxima autoridad del Servicio Penitenciario chileno. Littré Quiroga Carvajal, tenìa 33 años, era abogado.
Segùn el Informe Rettig, “el 11 de septiembre de 1973, Littré Quiroga suspendió
el goce de una licencia médica, para concurrir hasta su oficina de la Dirección Nacional.
Desde allí desidió enviar a la mayoría de sus funcionarios a sus hogares,y se
comunicó con una alta autoridad militar, a efecto que se determinase la
situación de sus Servicio y la de él. En respuesta, se le indicó que se
presentara a las 8.00 del día 12 en el Ministerio de Defensa. Sin embargo, a
las 12:45 horas un contingente de 20 Carabineros llegó hasta las oficinas del
Servicio de Prisiones, pero sin ingresar al edificio: Littré Quiroga se entregó
voluntariamente a ellos. En la noche fue trasladado hasta el Regimiento
Blindado Nº 2. El día 13 de septiembre en la mañana, junto con otros detenidos
fue enviado al Estadio Chile, donde sufrió múltiples torturas y vejaciones
aplicadas por personal del Ejército, como lo declaran testigos presenciales de
los hechos. Allí permanece hasta el día 15 de septiembre. Su cuerpo fue
encontrado en la madrugada del día 16 de septiembre, junto con otros cinco
cadáveres, entre ellos el de Víctor Jara, cerca del Cementerio Metropolitano”.
Posteriormente fallece el funcionario ISAIAS HIGUERAS ZUÑIGA,
gendarme de la Cárcel
de Iquique, militante comunista, quien murió el día 11 de enero de 1974,
víctima de graves torturas. Higueras tenía 39 años de
edad, era gendarme en Iquique. Había sido detenido y llevado al Regimiento de
Telecomunicaciones, en Iquique, siendo trasladado posteriormente a
Pisagua. Los restos de don Isaías Higueras fueron entregados a su cónyuge
dentro de una urna sellada. La Comisión Rettig se encuentra convencida, especialmente por las declaraciones de múltiples y
concordantes testigos presenciales que ella conoció, que su muerte se produjo a
resultas de los apremios ilegítimos de que fue objeto por agentes del Estado,
mientras se encontraba detenido en el campo de prisioneros de Pisagua donde sus
custodios lo golpearon hasta darle muerte.
El día 10
de febrero de 1974 es ejecutado
ALBERTO YAÑEZ CARVAJAL.
Según el Informe Rettig, en Consejo de Guerra efectuado es día, se condenó a
muerte a Alberto Yáñez Carvajal, 31 años,
funcionario de prisiones, que al momento de su detención, en la ciudad de
Iquique, había sido despedido de su cargo. Había sido detenido el 5
de enero de 1974 y llevado al Regimiento de Telecomunicaciones, desde allí
trasladado al Campo de Prisioneros de Pisagua.
Respecto del sindicalismo chileno, especialmente nuestra ANEF, siendo
una de las organizaciones más representativas del país y opositora al régimen,
agentes de la CNI dieron muerte a su líder TUCAPEL
JIMENEZ ALFARO,
Presidente de la Agrupación Nacional de Empleados
Fiscales de Chile, ANEF, y figura de gran relevancia dentro del sindicalismo
nacional de oposición a la dictadura militar: Fue interceptado el
25 de febrero de 1982 en el taxi que conducía y llevado a
un camino vecinal a 40 Km. de Santiago hacia el Poniente. En ese lugar se le
dio muerte mediante disparos en el cráneo y posterior degollamiento. La Comisión Rettig
adquirió la convicción de que se trató de un crimen cometido por motivaciones
políticas en violación de los derechos humanos de Tucapel JIMENEZ.
Es así como la dictadura no solo persiguió
los movimientos sindicales y de oposición al régimen, sino que además se hacía
del control del Servicio Penitenciario de manera brutal, generando mediante el
temor y la obediencia de los funcionarios al régimen, desconociendo todos sus
derechos como personas y trabajadores, obligándolos solo a obedecer las órdenes
emanadas desde la Junta Militar,
e infiltrando entre las Jefaturas de las cárceles a miembros de los organismos
denominados de inteligencia (la
DINA y CNI) para controlar no solo la Dirección Nacional
del Servicio, los establecimientos penales, sino además, la Escuela institucional, encargada de formar a los gendarmes. Con ello,
los establecimientos penales y sus funcionarios ahora ya no están al Servicio
del país y de sus ciudadanos, sino que quedarán al servicio de la dictadura de
Pinochet.
Se utilizó en muchas oportunidades y
casos, a las cárceles como centros de tortura y concentración,
obligando por años a sus custodios a maltratar y, en algunos casos, torturar a
chilenos perseguidos políticamente por la Dictadura, generando directamente en el personal
una suerte de deshumanización en éstos mismos como en el sistema carcelario en su
totalidad.
Ello es considerado por muchos como el
mayor daño causado a la persona humana del funcionario penitenciario, no solo por
el total abandono institucional por parte del Estado, sino que también, por el
temor infligido, la invisibilización de la persona del gendarme, la persecución
y seguimiento. Es sabido de todos como eran las condiciones de trabajo bajo el
régimen militar. Durante los 17 años de dictadura, las condiciones laborales y
de dignidad del personal, son de las peores que registra la historia
penitenciaria. Cuando los países más desarrollados avanzaban hacia sistemas
carcelarios con mayores condiciones de dignidad, en Chile los funcionarios
penitenciarios estaban “más presos que
los presos” y no existía prácticamente ninguna instancia para denunciar o
simplemente visibilizar esas condiciones. En la mayoría de los establecimientos
penales, los gendarmes permanecía hasta alrededor de un mes sin siquiera tener
derecho a un día de descanso, especialmente aquellos que realizaban funciones
de vigilancia armada y custodia en general.
Pero cómo se podría explicar ello. Muy
simple, al Régimen Militar no le interesaba en mayor medida la labor de los
trabajadores penitenciarios, no solo por la función que desarrollaban como era
la custodia y reinserción de los más pobres del país como son los presos, sino porque
también consideraba a los gendarmes como uniformados de menor categoría, en
comparación a otras instituciones como las FF.AA. o Carabineros, quienes
desarrollaban una labor, quizás “más importante” para los intereses del
régimen, especialmente como instituciones de policía, control y represión
frente a los ciudadanos libres que protestaban y exigían justicia. (En cuanto a
los gendarmes, solo debían cuidar los presos que les enviaban los organismos de
seguridad, radicados especialmente en las Policías y FF.AA.).
Prueba de ello es que con el avanzar
de los años, la Dictadura
eliminó prácticamente todos los derechos y beneficios conseguidos por los
gendarmes (sin embargo, mantuvo los privilegios a las FF. AA., Carabineros), y
solo se limitó a mantener un sistema penitenciario que fuera útil a los
intereses de la Dictadura,
pero no los que requería el país y la sociedad.
Es así que junto con imponer drásticas
reformas laborales para los chilenos, eliminado derechos sindicales y de
asociación y las libertades individuales en su más amplio sentido, también
generó una serie de reformas al Servicio Penitenciario chileno, eliminando las
plantas de funcionarios destinadas a la reinserción y rehabilitación de los
reclusos, reduciendo la función penitenciaria a la mera custodia y control de
la población penal, e imponiendo una reestructuración del Servicio de manera
abusiva y discrecional (1980). En definitiva, un servicio penitenciario solo encargado
de la vigilancia de los presos.
No conforme con la deshumanización del
sistema penitenciario, que se radicó especialmente en los perjuicios a sus
funcionarios; eliminó prácticamente todos los derechos y beneficios que a
través de la historia habían conseguidos los funcionarios y sus dirigentes
sindicales. Empezando por proscribir la organización sindical de los trabajadores penitenciarios, como es la ANFUP
y, persiguió políticamente al dirigente máximo de la asociación, don Milenko Mihovilovic Eterovic.
La ANFUP fue fundada por Milenko Mihovilovic el día 27 junio del año 1960,
obteniendo personalidad jurídica de acuerdo a lo establecido en la ley. Luego
del golpe de Estado el año 1973, nuestra Asociación fue perseguida, confiscados
sus bienes y caducada su personalidad jurídica, siendo devuelta ésta recién el
año 1991 con la llegada del Gobierno Democrático, otorgándosenos personalidad
jurídica por Decreto N° 253 de Justicia, publicado el día 27 de marzo de 1991.
Ahora bien, entre los incentivos laborales que se
eliminaron, figuraban:
-
la
asignación de riesgo.
-
los
quinquenios penitenciarios.
-
las
horas extraordinarias.
-
el
desahucio, y
-
expulsó a los funcionarios de Gendarmería del
Sistema Previsional de Carabineros, DIPRECA, pasando entonces los funcionarios
a ser parte e imponer obligadamente al recién creado sistema de pensiones de
capitalización individual, las AFP, lo que significó que muchos funcionarios se
vieran obligados a jubilarse con
pensiones de hambre, sin que nada pudieran hacer entonces frente al Régimen
Militar.
En materia institucional, se debe
señalar que a partir del año 1981 el aumento de la población penal llegaba al
70%, pero con la agravante, si se quiere comparar con lo que ocurre en la
actualidad, es que en esa época los recursos de Gendarmería se redujeron
considerablemente.
El presupuesto de Gendarmería hacia 1990 alcanzaba solo a 8.761 millones de
pesos y el número de funcionarios era de 5.060 y, a pesar de que los gendarmes
trabajaban semanas enteras y hasta meses sin descanso, solo se pagaba alrededor
del 18% de las horas extraordinarias. Sin embargo, ya en mayo del año 1990 se
empezó reflejar una gran diferencia, toda vez que recién llegada la democracia,
se aumentaron estas horas en un 31% y, en el año 1992 dicho aumento en el pago
de las horas extraordinarias alcanzó a un 86%.
Pero también con el regreso de la Democracia el año 1990,
la ANFUP, se
avocó no solo a la recuperación de la justicia y dignidad de los funcionarios
penitenciarios, sino que además, trabajar por recuperar los beneficios negados
por la Dictadura,
siendo el más importante de ellos, el regreso al Sistema Previsional de DIPRECA.
Es por ello que al cumplirse este año
2013, 20 años desde esa reconquista,
como no recordar éste como uno de los hitos más importantes para la ANFUP y los gendarmes. En
efecto, en sesión 31ª, de la
Cámara de Diputados, del día martes 10 de diciembre del año 1991,
mediante Mensaje, su S.E. el Presidente de la
República don Patricio Aylwin Azócar,
señalaba: “Honorable Cámara de Diputados:
Presento a vuestra consideración, un proyecto de ley que tiene por finalidad
adscribir al personal de las Plantas de Oficiales y de Vigilantes
Penitenciarios de Gendarmería de Chile, al régimen previsional y de término de
la carrera del personal de Carabineros de Chile”.
La finalidad principal del proyecto de
ley fue unificar la previsión del personal de Gendarmería de Chile, toda vez
que al año 1991, de los 5.076 funcionarios que conformaban la institución, sólo
1.519 estaban afectos al régimen previsional de Carabineros de Chile, DIPRECA,
el resto en su gran mayoría estaba afecto a las Administradoras de Fondos de
Pensiones (A.F.P.), y en menor medida al INP (actual IPS), división que
generaba un menoscabo del compromiso funcionario, por las diferentes coberturas
de dichos sistemas.
Es preciso señalar que desde el año
1935 fueron diversas las normas legales que le confirieron a Gendarmería un trato idéntico al de Carabineros,
diferenciándolo del resto del personal de la administración pública. Esta
necesaria unidad previsional imperó hasta el 11 de enero de 1975, cuando se dictó
el Decreto Ley Nº 844,
alterando substancialmente dicha igualdad, toda vez que se dispuso que los
funcionarios que ingresaran al Servicio, con posterioridad, debía afiliarse
necesariamente a la ex Caja Nacional de Empleados Públicos y Periodistas, que
se denominó entonces, Instituto de Normalización Previsional (INP).
Posteriormente esta situación se
agudizó aún más, con la dictación del Decreto Ley Nº 3.500, de 1980, que
estableció un nuevo sistema de pensiones, lo que generó a partir de entonces en
Gendarmería la triple coexistencia previsional, es decir, funcionarios que
quedaron en DIPRECA (aquellos que ingresaron a la institución antes del 11 de
enero de 1975), otros en el INP (quienes ingresaron desde el año 1975 al 1980),
y en las AFP, para quienes ingresaban al servicio a contar del año 1980.
Las principales consecuencias que ello
generó, fue que los funcionarios afectos a las Ex Cajas y los afiliados a las
AFP, no tenían acceso a una serie de beneficios que salvaguardan la función
penitenciaria, de la forma como lo hacía DIPRECA.
A ello se sumaba que la opinión
pública se había visto impactada con la dramática muerte de cinco gendarmes y
un carabinero, el día 14 de noviembre del año 1990,
quienes fueron abatidos como consecuencia de la fuga de reos desde el Hospital
Sótero del Río, los cuales se encontraban bajo la custodia del personal de Gendarmería.
Este terrible hecho que originó la
muerte de cuatro funcionarios de Gendarmería, evidenció aún más no solo las
precarias condiciones en que trabajaba el personal de custodia y vigilancia, sino
que también, la exigua dotación de funcionarios, la falta de seguridad como de
elementos en el desarrollo de las labores, el abandono absoluto de Gendarmería
por parte del Régimen Militar en todos los aspectos; también, la pésima
situación previsional en que se encontraban los gendarmes. La situación
previsional de los funcionarios y de sus familias al no recibir los beneficios
consagrados en el régimen previsional de Carabineros, toda vez que éstos se
encontraban a la fecha de ocurrida su muerte, bajo el sistema de AFP, impuesto
por la Dictadura,
originó que quedaran en el total desamparo, sin derecho a pensión ni
indemnizaciones por fallecimiento en actos de servicio.
Es por ello que resulta muy importante
recordar y reconocer como uno de los grandes
hitos de la ANFUP
a partir del regreso de la democracia el año 1990, para el personal de
Gendarmería de Chile, especialmente los uniformados, es sin duda, la “unidad previsional”, que se vio
materializada el día 13 de enero del año
1993, con la publicación de la
Ley Nº 19.195, que adscribió al personal al Sistema
Previsional de Carabineros de Chile, DIPRECA, lo que permitirá en adelante
que sus funcionarios puedan jubilar por años de servicio, tal como ocurría
antes del régimen militar.
Es preciso recordar que ya en
Democracia se han alcanzado otros logros importantes para los trabajadores
penitenciarios, como:
1.-
Ley 19.296 de 14 de
marzo de 1994, que Establece Normas Sobre Asociaciones de Funcionarios de la Administración del
Estado. (ANEF). Ley que permite fortalecer las organizaciones sindicales al
interior de los Servicio Públicos, entre ellos Gendarmería, y de esta forma, establecer
una suerte de “contrapeso entre el poder y el abuso de algunas Jefaturas y la
dignidad y derechos de los trabajadores públicos”.
2.- ley
19.538 de 29 de noviembre de 1997, Establece una Asignación por Turno para el
Personal de Gendarmería de Chile que indica. (Destinada a retribuir
pecuniariamente al referido personal el desempeño de jornadas de trabajo en
horarios total o parcialmente diferentes de la jornada ordinaria de
funcionamiento del Servicio.
3.- Ley Nº 19.699 de 16 de noviembre
del año 2000, Otorga Compensaciones y Otros beneficios Que Indica a
Funcionarios Públicos Estudiantes de Carreras Técnicas de Nivel Superior.
(ANEF).
4.- ley 19.851 del 30 de enero de
2003, Moderniza la Gestión
y Modifica las Plantas del Personal de Gendarmería de Chile. (Ampliación de
Plantas de 2003).
5.- ley 19.882 de 23 de junio de 2003,
Regula Nueva Política de Personal a los Funcionarios Públicos que indica.
(ANEF).
6.- ley 19.998 de 04 de febrero de
2005, Otorga Bonificación por Egreso al Personal de Gendarmería de Chile que
indica. (7 meses de remuneración como Incentivo al retiro, al término de la
carrera funcionaria, 30 años).
7.- ley Nº 20.212 de 29 de agosto de 2007, Modifica la
Ley N° 19.553,19.882 y otros cuerpos
legales, con el objeto de establecer incentivos por desempeño de funcionarios
públicos, (ANEF). (Incrementa trimestrales hasta el 2010, asignación de zonas extremas
e incentivos al retiro para quienes jubilan por edad).
8.- ley
20.214 de 22 de septiembre de 2007, Sanciona Nuevos Delitos en Contra de
Funcionarios de Gendarmería de Chile. (Aumenta las penas en un grado a quienes
agreden, amenacen o den muerte a funcionarios con ocasión del Servicio).
9.- ley Nº
20.306, 14 de noviembre, 2008. Permite el Ascenso de Personal de Gendarmería de
Chile en el caso de indica. (Destrabe de Ascensos del 2008, lo que permite el
ascenso de alrededor de dos mil funcionarios).
10.- ley Nº
20.426, 20 de marzo, 2010, Moderniza Gendarmería de Chile, Incrementando su
Personal y Readecuando las Normas de su Carrera Funcionaria. (Ampliación de
Plantas del 2010). (Permitió el ingreso de cinco mil nuevos funcionarios).
Podemos sostener abiertamente que el
golpe militar en nuestro país, no solo trajo como consecuencia la violación de
los Derechos Humanos de millones de chilenos; violación de derechos a las que
no estuvieron ajenos los funcionarios de Gendarmería, quienes vieron conculcados
la gran mayoría de sus derechos laborales, y lo que es más grave, la
invisibilidad de la persona del funcionario, la pérdida de la dignidad y la
deshumanización del sistema penitenciario chileno.
Cuando se cumplen 40 años del golpe de
Estado, podemos ver que la violencia estatal produjo su mayor crueldad en
Gendarmería, con la ejecución y muerte de los funcionarios: Littre Quiroga
Carvajal, Alberto Yáñez Carvajal e Isaías Higuera Zúñiga, y la del Presidente
de la ANEF, Tucapel Jiménez Alfaro, así como también la tortura, muerte y
desaparecimiento de miles de trabajadores, el inmenso dolor que ello significó
para sus familias y compañeros; pero también dicha crueldad se reflejó con el absoluto
y total abandono de Gendarmería de Chile en los 17 años de dictadura.
Por último, sin lugar a dudas que el
camino recorrido en democracia no ha sido fácil. Décadas de abandono
institucional no podrían ser cubiertos de un día para otro.
Sin embargo, la Democracia, por sobre todas las formas de gobiernos, nos
permite participar, demandar, exigir y visibilizar las necesidades de los
trabajadores, y constituye no solo un derecho humano, sino que un deber de
todos, mantenerla.
“En
memoria de los funcionarios de Gendarmería de Chile, que fueron ejecutados por la Dictadura Militar,
y que no obstante ello, no lograron acallar las voces de libertad, dignidad y
respeto de los Derechos Humanos que exigen los chilenos y los funcionarios
penitenciarios. Asimismo, en reconocimiento de todos aquellos hombres y mujeres
de Gendarmería, que de una u otra forma lucharon por el regreso de la
democracia en nuestro país, y para los que aún lo siguen haciendo, por la
reivindicación de los derechos de los trabajadores penitenciarios”.
“Para
tener justicia hemos nacido”, Milenko
Mihovilovic Eterovic, Fundador de ANFUP el 27 de junio de 1960.